Artículo muy interesante de El Comercio que combina experiencias del sector con su significado para Asturias en cifras. Publicado en la Sección «Héroes del Campo». Aquí os dejamos un extracto, os recomendamos ir al enlace para leerlo completo.
EL CAMPO EN CIFRAS
El sector agroalimentario asturiano, centrado en la ganadería extensiva debido al clima y las condiciones orográficas de la región, es a la vez muy heterogéneo y tiene un importante peso en la economía
PIB
14%
- tiene un peso en el PIB regional del 14%, excluyendo el canal Horeca
Puestos de trabajo
21.491
- supone, como mínimo, 21.491 empleos directos, pero implica muchos más
Hectáreas
450.276
- hectáreas del terreno asturiano se destinan a las producciones agrícolas
Empresas
717
- empresas de la región, desde productoras a transformadoras, se dedican a este sector
«Somos el sector más estratégico para cualquier territorio»
Un antes y un después para el mundo rural. En febrero se manifestaban para pedir respeto y ahora se lo están ganando a pulso. «La gente se da cuenta, saldremos reforzados de esta situación»
Eugenia García
Hace dos meses el medio rural llenaba las ciudades de tractores, rastrillos, azadas y pancartas para reinvidicar su papel. La crisis desencadenada por el coronavirus ha puesto aún más de relieve su importancia como garante de la soberanía alimentaria de la región. El campo no espera y quienes viven de él no paran. ¿El objetivo? Llenar la despensa de un millón de habitantes.
El campo asturiano, pese a su sangría poblacional o el envejecimiento de sus fuerzas vivas sigue ahí, afrontando una nueva dificultad. No hace nada que no lleve haciendo décadas, bailando únicamente al son de la naturaleza, pero ante la adversidad parece crecerse. Brillar más. Y, con las fronteras prácticamente cerradas y la incertidumbre en el horizonte, se comprende su valor estratégico para garantizar no solo nuestra cadena alimentaria, que por supuesto es fundamental, sino también su importancia económica y su potencial de desarrollo.
La despensa de Asturias, su sector agroalimentario, genera según la Consejería de Desarrollo Rural unas ventas anuales de 1.700 millones de euros, de los que 1.023 millones corresponden a la facturación de la industria láctea. El peso de esta actividad en la economía regional es del 14% del PIB.
Es un sector amplísimo, con más de 700 empresas y que genera, según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), 21.491 empleos directos y de lo más variado, ya que abarca desde el agricultor que planta faba en Villaviciosa hasta el ganadero que tiene una explotación de leche en Tineo o el carnicero que despieza una vaca en Gijón. De nuevo según datos del Sadei, al menos 450.276 hectáreas del terreno de nuestra región se destinan a las producciones agrícolas, contando cultivos forrajeros, patatas, hortalizas o árboles frutales, entre otros. Y eso que, según explica el técnico José López, quedan fuera muchas hectáreas, ya que «gran parte de la producción hortofrutícola –manzanas para sidra casera, pequeños huertos– se dedica al autoconsumo o no pasan por los circuitos comerciales convencionales, lo que implica que la información sobre la superficie agrícola es escasa salvo para los alimentos certificados».
Sabemos, eso sí, que hay 542.167 cabezas de ganado bovino, ovino, caprino y equino, y 32.105 explotaciones ganaderas; que en la última campaña láctea se entregaron 558.349,3 toneladas de leche a un precio medio de 0,343 euros por litro.
También que la agricultura ecológica está creciendo a un ritmo significativo, al pasar de 68 productores y 1.920 hectáreas en 2002 a 425 productores y 13.264,5 hectáreas en 2018, último año del que se tienen datos. Y que las marcas de calidad, como la Indicación Geográfica Protegida ‘Faba Asturiana’, también demuestran año a año su buena salud con cifras: 189 hectáreas y 188 toneladas de producción certificada frente a las 94 hectáreas y 65 toneladas de 2001. En el caso de la IGP Ternera Asturiana hay 6.000 explotaciones, casi 2.000 más que en 2002. También la producción de chosco bajo la IGP Chosco de Tineo se ha multiplicado desde 2013, cuando se contabilizaban 1.993 kilos, hasta los 44.000 actuales. Las queserías asturianas elaboran anualmente 710 toneladas de queso de las DOP Cabrales, Gamonéu, Afuega’l Pitu y Casín y la IGP Los Beyos. La producción de sidra DOP ya ha superado los cinco millones de botellas anuales y la de vino DOP Cangas alcanzó 138.132 litros.
PRODUCTOS AGRÍCOLAS
En un contexto de crisis como el actual, el papel que desempeña el sector primario se revela aún más fundamental. Fuente de riqueza y garantía de abastecimiento, el campo reclama su sitio
Faba asturiana IGP
188 Tn.
- cosechadas, en un total de 189 hectáreas
kiwi
4.900 Tn.
- recolectadas en una superficie de 197 hectáreas
Buena parte de la riqueza de Asturias reside en su tierra. En sus huertas, en sus fincas, en sus vegas, donde conviven cultivos tradicionales con otros más recientes que ya son parte del paisaje agrícola de la región. Y en las manos de quienes las trabajan, que se esfuerzan en sacar adelante un sector esencial que, a pesar de la incertidumbre, espera salir reforzado de esta crisis.
«Siempre pensé que el campo era el futuro, pero hoy en día más que nunca», defiende Luis Alonso, productor de faba IGP en Piloña y quien trata de hacer del campo un medio de vida sostenible. Hace ya unos años que este piloñés decidió dedicarse «en serio» a lo que al principio surgió como un entretenimiento con amigos. Y le fue bastante bien. En 2019, él y su por entonces socio obtenían el premio a la Mejor Faba IGP en el certamen de Villaviciosa. Aunque la cosecha de este año se ha malogrado, Luis Alonso sigue adelante. En mayo, tiene previsto sembrar 1,7 hectáreas, que el próximo año ampliará a 3,7. Mientras, no ha parado. «Sembré cebolla, ajo, arbejos, patata» enumera este emprendedor que espera poder comercializar la producción en Piloña.
Esa es también la ilusión de Inmaculada Pérez, «vender aquí, en canales cortos de comercialización» los casi 20.000 kilos de kiwi que produce en la finca Les Campes, en la localidad piloñesa de Antrialgo. Partidaria del consumo de cercanía, trata de que «en Piloña se genere una economía de tipo circular, que además de fomentar la producción primaria generaría empleo», señala la responsable de Eco Kiwi de Asturias, un proyecto familiar que arrancó en 2004 a partir de semillas y que sigue funcionando. La clave está en que «no lo entendemos como un negocio, sino como una forma de vida».
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